¡Cuidado con la dieta tras el verano! #CarenciasNutricionales
La mayoría de las dietas que se realizan tras el verano suelen provocar importantes carencias nutricionales porque la mayor parte no está supervisada por un especialista, poniendo así en riesgo la salud y favoreciendo el llamado "efecto rebote" o "efecto yoyó".
Datos aportados por expertos de la Clínica Feel Good concluyen que más del 80% de las personas que realizan una dieta sin control médico sufren carencias vitamínicas, minerales, alteraciones en el colesterol, transaminasas o en los índices glucémicos.
"La obesidad va asociada a una patología, la patología a una serie de fármacos y todo esto sólo pueden manejar los médicos especialistas en nutrición. La salud es cosa de la medicina, por eso hay que conntrolar el peligro que supone hacer una dieta sin viligilancia ni supervisión médica", ha avisasdo la directora de la citada clínica, María Amaro
El director de la Unidad de Nutrición de la Clínica Tufet, Jaime Tufet asegura que para adelgazar hay que comer "muchos días bien y uno mal".
El 'efecto yoyó' o 'efecto rebote' es el que terminadas las vacaciones de verano nos hacen apostar por las 'dietas milagro', las que prometen adelgazar en tiempo récord pero que, una vez que se abandonan o se dejan de seguir de manera estricta, nos hace recuperar los kilos perdidos o incluso engordar.
"Si el objetivo es adelgazar, durante la semana se puede cometer dos excesos sin que éstos dificulten la pérdida de peso y, a la vez, permitan una mejor adaptación social. Este exceso programado nos evita el sentimiento de culpa y, al no tenerlo, la comida engorda menos. Todo lo que se como con sentimiento de culpabilidad se metaboliza por vías de depósito graso y engordará mucho más", ha argumentado el Dr. Tufet
Perder peso
El director del Instituto de Obesidad (IOB) Adelardo Caballero, ha informado de que si se quiere perder peso es necesario evitar las bebidas alcohólicasy consumir más agua, té o zumos de frutas sin azúcares añadidos; olvidarse de las "comidas rápidas", precocinados, salsas y fritos, consumiendo así más verduras, proteínas, frutas, cereales y legumbres; y realizar cuatro o cinco comidas al día sin disminuir la ansiedad y mantener un "buen" metabolismo.
Del mismo modo, prosigue, es importante desayunar bien; recuperar los tentempiés sanos para la jornada laboral como frutas y frutos secos; planificar las comidas; realizar un buen descanso; hacer la compra con el estómago lleno; comer despacio, sin distracciones y nunca de pie o delante del ordenador; y realizar ejercicio físico de forma regular.
Ejercicio físico
Sobre el ejercicio físico han hablado profesiconales de la Unidad de Obesidad y Síndrome Metabólico del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón (ObeMetS) quienes han recordado que el deporte aporta energía, vitalidad, ayuda a sentirse mejor y contribuye a bajar de peso.
"Una de las cosas más importantes que deberíamos plantearnos en nuestro nuevo curso es concienciarnos de lo importante que es el ejercicio físico para nuestra salud y dejar un hueco en nuestras apretadas agendas para el deporte. Este va a hacer que liberemos endorfinas, las "hormonas de la felicidad" que van a conducir a nuestro cuerpo a una sensación de bienestar muy importante en nuestro día a día para estar positivos y continuar adelante con nuestros trabajos", termina diciendo el responsable del Área Deportiva de Quirón salud Sagrado Corazón, María Robles.
Estudio sobre el efecto yoyó o rebote
El cambio del peso corporal es una preocupación emergente de la salud global asociada con los intentos de la pérdida del peso, pero ha habido resultados inconsistentes sobre los peligros de la salud para los que experimentan comportamientos de oscilaciones de peso", afirma Somwail Rasla, del 'Memorial Hospital' de Rhode Island (Estados Unidos), quien ha publicado un estudio publicado en noviembre de 2016 (1) que advierte de que estas dietas pueden aumentar el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca entre las mujeres posmenopáusicas con peso normal.
Más riesgos de muerte por problemas de corazón
De esta forma, los científicos vieron que las mujeres consideradas "de peso normal" al inicio del estudio que perdieron y recuperaron peso registraron un riesgo 3,5 veces mayor de muerte súbita cardiaca que las mujeres cuyo peso permaneció estable. El cambio de peso en las mujeres de peso normal también se asoció con un 66% mayor riesgo de muerte por enfermedad coronaria. No hubo aumento en ninguno de los dos tipos de muerte entre las mujeres con sobrepeso u obesidad que cambiaron de peso. Igualmente, no hubo aumento en la muerte entre las mujeres que informaron que ganaron peso pero no lo perdieron o, en el escenario opuesto, que perdieron peso sin recuperarlo.
La evidencia indica que el sobrepeso en la madurez aumenta el riesgo de morir por dos tipos de enfermedades del corazón. En el primer tipo, la patología coronaria, los vasos sanguíneos al corazón se bloquean por la grasa y otras sustancias, disminuyendo el flujo sanguíneo al corazón. En el segundo tipo, muerte cardiaca súbita, el sistema eléctrico del corazón deja de funcionar abruptamente, causando la muerte. No está claro si perder y recuperar el peso en la edad adulta también eleva el riesgo de muerte por estas enfermedades del corazón, por lo que los investigadores de este trabajo observaron esta relación entre las mujeres posmenopáusicas.
El estudio tiene varias limitaciones: era observacional, por lo tanto, sólo podía mostrar asociación y no una relación de causa y efecto y se basó en la información aportada por las participantes, la cual podría ser inexacta. Puesto que la muerte cardiaca repentina ocurrió relativamente con poca frecuencia, los casos que se produjeron podrían haber resultado del azar, y sólo se incluyeron mujeres mayores. "Se necesita más investigación antes de que se puedan hacer recomendaciones para el cuidado clínico con respecto a los riesgos de los cambios de peso, ya que estos resultados se aplican sólo a mujeres posmenopáusicas y no a mujeres u hombres de menor edad", dijo Rasla.
(1) Yo-Yo dieting dangerous even if you’re not overweight
Datos aportados por expertos de la Clínica Feel Good concluyen que más del 80% de las personas que realizan una dieta sin control médico sufren carencias vitamínicas, minerales, alteraciones en el colesterol, transaminasas o en los índices glucémicos.
"La obesidad va asociada a una patología, la patología a una serie de fármacos y todo esto sólo pueden manejar los médicos especialistas en nutrición. La salud es cosa de la medicina, por eso hay que conntrolar el peligro que supone hacer una dieta sin viligilancia ni supervisión médica", ha avisasdo la directora de la citada clínica, María Amaro
El director de la Unidad de Nutrición de la Clínica Tufet, Jaime Tufet asegura que para adelgazar hay que comer "muchos días bien y uno mal".
El 'efecto yoyó' o 'efecto rebote' es el que terminadas las vacaciones de verano nos hacen apostar por las 'dietas milagro', las que prometen adelgazar en tiempo récord pero que, una vez que se abandonan o se dejan de seguir de manera estricta, nos hace recuperar los kilos perdidos o incluso engordar.
"Si el objetivo es adelgazar, durante la semana se puede cometer dos excesos sin que éstos dificulten la pérdida de peso y, a la vez, permitan una mejor adaptación social. Este exceso programado nos evita el sentimiento de culpa y, al no tenerlo, la comida engorda menos. Todo lo que se como con sentimiento de culpabilidad se metaboliza por vías de depósito graso y engordará mucho más", ha argumentado el Dr. Tufet
Perder peso
El director del Instituto de Obesidad (IOB) Adelardo Caballero, ha informado de que si se quiere perder peso es necesario evitar las bebidas alcohólicasy consumir más agua, té o zumos de frutas sin azúcares añadidos; olvidarse de las "comidas rápidas", precocinados, salsas y fritos, consumiendo así más verduras, proteínas, frutas, cereales y legumbres; y realizar cuatro o cinco comidas al día sin disminuir la ansiedad y mantener un "buen" metabolismo.
Del mismo modo, prosigue, es importante desayunar bien; recuperar los tentempiés sanos para la jornada laboral como frutas y frutos secos; planificar las comidas; realizar un buen descanso; hacer la compra con el estómago lleno; comer despacio, sin distracciones y nunca de pie o delante del ordenador; y realizar ejercicio físico de forma regular.
Ejercicio físico
Sobre el ejercicio físico han hablado profesiconales de la Unidad de Obesidad y Síndrome Metabólico del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón (ObeMetS) quienes han recordado que el deporte aporta energía, vitalidad, ayuda a sentirse mejor y contribuye a bajar de peso.
"Una de las cosas más importantes que deberíamos plantearnos en nuestro nuevo curso es concienciarnos de lo importante que es el ejercicio físico para nuestra salud y dejar un hueco en nuestras apretadas agendas para el deporte. Este va a hacer que liberemos endorfinas, las "hormonas de la felicidad" que van a conducir a nuestro cuerpo a una sensación de bienestar muy importante en nuestro día a día para estar positivos y continuar adelante con nuestros trabajos", termina diciendo el responsable del Área Deportiva de Quirón salud Sagrado Corazón, María Robles.
Estudio sobre el efecto yoyó o rebote
El cambio del peso corporal es una preocupación emergente de la salud global asociada con los intentos de la pérdida del peso, pero ha habido resultados inconsistentes sobre los peligros de la salud para los que experimentan comportamientos de oscilaciones de peso", afirma Somwail Rasla, del 'Memorial Hospital' de Rhode Island (Estados Unidos), quien ha publicado un estudio publicado en noviembre de 2016 (1) que advierte de que estas dietas pueden aumentar el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca entre las mujeres posmenopáusicas con peso normal.
Más riesgos de muerte por problemas de corazón
De esta forma, los científicos vieron que las mujeres consideradas "de peso normal" al inicio del estudio que perdieron y recuperaron peso registraron un riesgo 3,5 veces mayor de muerte súbita cardiaca que las mujeres cuyo peso permaneció estable. El cambio de peso en las mujeres de peso normal también se asoció con un 66% mayor riesgo de muerte por enfermedad coronaria. No hubo aumento en ninguno de los dos tipos de muerte entre las mujeres con sobrepeso u obesidad que cambiaron de peso. Igualmente, no hubo aumento en la muerte entre las mujeres que informaron que ganaron peso pero no lo perdieron o, en el escenario opuesto, que perdieron peso sin recuperarlo.
La evidencia indica que el sobrepeso en la madurez aumenta el riesgo de morir por dos tipos de enfermedades del corazón. En el primer tipo, la patología coronaria, los vasos sanguíneos al corazón se bloquean por la grasa y otras sustancias, disminuyendo el flujo sanguíneo al corazón. En el segundo tipo, muerte cardiaca súbita, el sistema eléctrico del corazón deja de funcionar abruptamente, causando la muerte. No está claro si perder y recuperar el peso en la edad adulta también eleva el riesgo de muerte por estas enfermedades del corazón, por lo que los investigadores de este trabajo observaron esta relación entre las mujeres posmenopáusicas.
El estudio tiene varias limitaciones: era observacional, por lo tanto, sólo podía mostrar asociación y no una relación de causa y efecto y se basó en la información aportada por las participantes, la cual podría ser inexacta. Puesto que la muerte cardiaca repentina ocurrió relativamente con poca frecuencia, los casos que se produjeron podrían haber resultado del azar, y sólo se incluyeron mujeres mayores. "Se necesita más investigación antes de que se puedan hacer recomendaciones para el cuidado clínico con respecto a los riesgos de los cambios de peso, ya que estos resultados se aplican sólo a mujeres posmenopáusicas y no a mujeres u hombres de menor edad", dijo Rasla.
"Comer es una necesidad, pero comer de forma inteligente es un arte."
(1) Yo-Yo dieting dangerous even if you’re not overweight
edición: webmaster
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