La sobrehigiene en el lavado de manos. Mitos.

Desde la infancia nos han enseñado que debemos lavarnos las manos muchas veces, muchísimas veces al día. Nos enseñan a hacer ésto de forma correcta y cuidadosa, recordándonos las infecciones que contraeríamos de no ser así, incluso hay un Día Mundial del lavado de las Manos, que se celebra el 15 de octubre. Pero lavarse las manos hay también algunos mitos.

Mito 1: Se debe hacer necesariamente con agua caliente

La limpieza de las manos después del lavado no depende de la temperatura del agua. Científicos de la Universidad de Rutgers llevaron a cabo una serie de experimentos durante seis meses. Los sujetos de estudio se lavaron la suciedad de las manos con el agua a diferentes temperaturas: + 16 ° C, + 26 ° C y + 38 ° C. El resultado mostró que el agua fría, tibia y caliente elimina la misma cantidad de bacterias.

Pero el agua caliente en exceso rompe rápida y violentamente el equilibrio hidrolipídico de la piel; como consecuencia, se vuelve más desprotegida ante los microbios, salen escamas, en las manos aparezcan "granos" e irritación.

Por cierto:  más de 800 mil microorganismos "se acomodan" en las manos humanas. Algunos "viven" hasta 3 horas, por lo que el 80% de las enfermedades infecciosas se transmiten a través de apretones de manos y caricias. Según las estadísticas, solo el 30% de los habitantes de la Tierra se lavan las manos con jabón. En su defecto, la OMS recomienda el uso de cenizas o arena. Gracias a la composición alcalina, estas sustancias destruirán más microbios que si sólo se hicera con agua.

Mito 2: Los beneficios de los antisépticos

Los antisépticos se han hecho muy populares para "lavarse" las manos, que muchas personas usan fuera del hogar y que según algunos expertos,  pueden llegar a ser más dañinos que útiles.El gel antiséptico se usa mejor cuando no hay otra alternativa. De hecho, no elimina la suciedad visible y, además, no purifica la piel de las impurezas químicas.

Además, algunos estudios reflejan que los antisépticos a base de alcohol son tóxicos. Destruyen las bacterias beneficiosas incidiendo en el sistema inmune humano, ayudando así a los microbios a penetrar en el cuerpo más rápidamente. Teniendo en cuenta que para combatir eficazmente los microbios, el gel o loción debe contener al menos un 60% de alcohol.

Mito número 3: viva el jabón aromático

El tipo de jabón tampoco juega un papel importante en la limpieza de manos. De ordinario facilita la eliminación de la contaminación de las manos. Pero en lugares públicos, el jabón, especialmente con un alto contenido de agua, se convierte en un nido de bacterias, hongos y virus. Como resultado, queda sin efecto la limpieza, además de convertirse en un semillero para infecciones.

Un jabón que se anuncia como antibacteriano sólo actúa en el momento del lavado, mientras que las sustancias de su composición desarrollan rápidamente adicción y deja de funcionar.

Mito 4: Más largo y más a menudo

Los expertos aconsejan simplemente lavarse las manos durante 10 segundos. El epidemiólogo británico Tim Spector recomienda lavarse las manos minuciosamente unas pocas veces a la semana y, además, se niega a lavarse las manos frecuentemente con jabón durante el día. A veces solo necesitas enjuagarlos con agua.

Científicos belgas en un estudio con ratones comprobaron y descubrieron que lavar un medio ya estéril acaba con la capa protectora de bacterias beneficiosas, quitando la inmunidad local. Además, los limpiadores de manos, sin importar cuán bien laven, dejan una película con compuestos tóxicos en la piel. Los vapores se intrudicen a través del tracto respiratorio o por los alimentos en el tracto gastrointestinal penetrando así las sustancias nocivas en el cuerpo humano.

Por cierto:  Algunos expertos aconseja abandonar la "sobrehigiene" y un exceso de ducha. Puede repercutir en la acidez natural de la piel del cuerpo por el uso de algunos medios que resultan agresivos en el lavado. De lo contrario, su capa protectora se dañará, lo que llevará al desarrollo de procesos patológicos en la piel. Puede atacar a diferentes agentes infecciosos. La ducha se puede tomar varias veces al día, pero no es necesario usar jabón o gel cada vez que se hace.